Aquí las ansias.
Aquí el onirismo encadenado,
que salpica entre imágenes
que vienen y se desvanecen
y luego reaparecen como duendecillos
que azuzan con florecillas de abracadabra
y lengüitas de fuego multicolores.
Aquí el agua-la sed-el sexo,
el deseo-la desnudez-las ansias
que se vuelven sinonimia
y forman cadenitas multi-estereo-fónicas
en cada párrafo y cada verso.